Pequeños tesoros

jueves, 1 de enero de 2015

XII. We are young.

Noche de fin de año. Todos nos preparamos para salir de fiesta. Las chicas nos ponemos ese vestido que hemos comprado hace apenas unas semanas, nos maquillamos, nos subimos en nuestros tacones preferidos sabiendo que no aguantaremos con ellos toda la noche, cogemos nuestro bolso y salimos. Los chicos cogen ese traje que tienen desde hace tres años y que milagrosamente aún les sirve, se peinan un poco y se van a la calle. Cogemos nuestros móviles (BlackBerry's, IPhone's, Xperia's...), mandamos un Whats App a nuestro grupo, y vamos donde nos dicen que están todos. Al llegar nos felicitamos el nuevo año y nos disponemos a ir a alguna discoteca que esté de moda en nuestra ciudad. Nos abalanzamos a la barra y pedimos chupitos, cubatas, copas de la primera mezcla que se nos ocurra y nos ponemos a bailar. La discoteca se va llenando de gente, y cada vez estamos más apretados. Casi no nos podemos mover. Alguien saca un cigarrillo y acto seguido ya hay veinte personas fumando, tirando cenizas encima de vestidos, trajes, bolsos... Nos ofrecen un cigarrillo y aceptamos. Fumamos como desesperados buscando que eso nos transmita diversión, pero no surge efecto. Volvemos a pedir otro cubata con algo más fuerte para que nos suministre la suficiente alegría en el cuerpo. Y así dos, tres, cuatro veces. Acabamos sentados en un portal llorando porque el alcohol ya está haciendo sus efectos en nuestro organismo. A los tres minutos nos levantamos y abrazamos al primero que pase por delante. Volvemos a la discoteca y empezamos a bailar, cantar, saltar, gritar, fumar, beber. Hasta que los tacones nos pesan o el traje nos sobra. Decidimos volver a casa tras una larga noche llena de emociones, o eso queremos creer. Llegamos a casa y entramos en nuestra habitación. Nos duelen los pies, la cabeza, tenemos ganas de vomitar e incluso estamos un poco mareados. Caemos rendidos en la cama, silenciamos el móvil y dormimos. Sabemos que al día siguiente la resaca podrá con nosotros y no nos dejará salir de casa. Pero al fin de semana siguiente volvemos a salir. Total, we are young.

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